Proyecto piloto de huertos urbanos en azoteas públicas
Se lanza una iniciativa en edificios municipales para cultivar alimentos, reducir CO2 y mejorar el microclima.
Publicado el 2025-06-21 17:07 | Por Redacción Perspectiva Local

Madrid sigue apostando por la sostenibilidad con la expansión de su red de huertos urbanos en los distritos del sur. Carabanchel, Villaverde y Usera son algunos de los barrios que han incorporado recientemente nuevos espacios agrícolas gestionados por vecinos, asociaciones y centros educativos.
El objetivo de estos huertos es doble: por un lado, promover la agricultura ecológica en entornos urbanos, y por otro, fortalecer la participación ciudadana a través del cuidado colectivo del espacio público. Cada huerto funciona bajo un modelo colaborativo y se rige por normas establecidas por el Ayuntamiento, que cede el uso del suelo y proporciona recursos básicos.
En el huerto comunitario de San Isidro, por ejemplo, participan más de 40 personas de todas las edades. Allí cultivan tomates, acelgas, calabacines y hierbas aromáticas sin pesticidas ni fertilizantes químicos. “Es un lugar donde aprendemos, compartimos y nos sentimos parte del barrio”, explica Marta, una de las voluntarias.
Los centros escolares también se han sumado a la iniciativa. En el colegio público Joaquín Rodrigo, el huerto escolar se ha integrado en el currículo de ciencias naturales. Los alumnos participan activamente en el proceso de siembra, riego y cosecha, y reflexionan sobre el impacto ambiental de los alimentos que consumen.
Desde el Ayuntamiento se destaca que los huertos son espacios de inclusión y cohesión social. En muchos de ellos colaboran personas mayores, familias migrantes y jóvenes con discapacidad intelectual, generando dinámicas intergeneracionales y multiculturales que enriquecen la convivencia vecinal.
Además del cultivo, se organizan talleres de compostaje, cocina saludable y consumo responsable. Algunos huertos han logrado producir excedentes que se reparten entre los vecinos o se destinan a comedores sociales del distrito, reforzando el componente solidario del proyecto.
Para facilitar el acceso a estos espacios, el Ayuntamiento ha lanzado una plataforma web donde los ciudadanos pueden conocer la ubicación de los huertos, sus horarios y las formas de participación. También se está trabajando en una guía de buenas prácticas para replicar el modelo en otras ciudades.
Uno de los retos más señalados por los colectivos vecinales es la necesidad de garantizar la continuidad de los huertos a largo plazo, ya que algunos se ubican en terrenos sujetos a futuras transformaciones urbanísticas. Por ello, se solicita mayor protección institucional para consolidar su permanencia.
A pesar de las dificultades, la red de huertos urbanos no deja de crecer. Actualmente existen más de 60 espacios activos en toda la ciudad, y se prevé que esa cifra aumente en los próximos años gracias al interés ciudadano y el respaldo político a este tipo de iniciativas verdes.
En un contexto de crisis climática y necesidad de nuevas formas de habitar la ciudad, los huertos urbanos se perfilan como una herramienta eficaz para reconectar con la naturaleza, generar comunidad y educar en valores sostenibles. Madrid parece estar cultivando, además de plantas, un nuevo modelo de ciudad.